Sócrates
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SÓCRATES

De DIEGO FUSARO (www.filosofia.3000.it) y LIU PUDDU

SÓCRATES

Lo importante no es vivir, sino que vivir bien

Sócrates nació en 470/469 a.C. Su padre, Sofronisco, era escultor; su madre, Fenarete, era comadrona. Quizás, al principio tuvo el mismo trabajo que su padre, pero después lo dejó y dedicó su vida a la investigación filosófica. Muchas veces pidió dinero a sus amigos. Se casó con Santippe, que fue una mujer de muy mal humor, ya de tradición: alguien ha pensado que Sócrates siempre estaba en público no para filosofar, sino para estar alejado de su mujer y sus lecciones. Parece que Sócrates era capaz de hacer razonar a todo el mundo, excepto a Santippe. Tuvieron tres hijos. Sócrates nunca se fue de Atenas, excepto para ir a la guerra. De hecho, en 432 estuvo en expedición militar contra Potidea y durante la lucha salvó a Alcibíades, que fue herido luchando. En 424 estuvo en la guerra con Lachete en Delio, cuando los soldados de Atenas se retiraron a causa de los Beocianos. En 421 estuvo en la guerra en Anfípoli. En 406, conforme con la ley de rotación de oficios, participó en el Concilio con el encargo de seleccionar problemas para después presentarlos en la asamblea. Se puso contra la propuesta ilegal de perseguir a todos los generales vencedores a las Islas Arginusas, por no haber salvado a personas después de un naufragio. Por esta presa de posición Sócrates discordaba con el partido democrático. En 404, cuando tenía el poder la oligarquía, se negó a encarcelar a Leone de Salamina, una persona que estaba en contra de la oligarquía. En 403, restaurada la democracia garantizando pues la amnistía, Sócrates continuó siendo contrario al nuevo orden, también porque había sido amigo de Alcibíades y Crizia. En 399, Meleteo presentó la incriminación contra Sócrates; y Licone y Anito, - este último fue uno de los personajes más importantes de la democracia restaurada -, también le acusaron. La acusa era la siguiente: "Sócrates es culpable por no reconocer a los dioses de la ciudad y por introducir nuevos. Además es culpable por corromper a la juventud. Pedimos la pena de muerte." Los acusadores, probablemente, espectaron que Sócrates fuese enviado al exilio, como sucedió con Protágora o Anasságora, pero Sócrates no abandonó la ciudad y fue ejecutado. La mayoría de los jueces votaron a favor de la pena de muerte: Sócrates fue matado con veneno. Podemos poner a Sócrates en el tiempo de los Sofistas (aunque él estaba en contra de los sofistas) porque, igual que a los sofistas, a Sócrates le importaban la moral y los problemas humanos, dejando aparte la búsqueda del origen y de la cosmogonía. Sócrates no escribió nada, pero podemos reconstruir su pensamiento utilizando otros autores. Hay cuatro autores importantes que escribieron sobre él: 1) Platón 2) Jenofonte 3) Aristóteles 4) Aristófanes. 1) Platón es seguramente el autor más fiable. Era un discípulo suyo y compartió su opinión sobre la filosofía. Para Sócrates y Platón , la filosofía era una búsqueda continua. Sócrates es el personaje principal en "Los Diálogos" de Platón , y cuando hayan matado a Sócrates, Platón quedará tan perturbado que abandonará el mundo político. 2) Jenofonte es el autor más aburrido y banal. Para él, Sócrates es un ciudadano fiel a la tradición, que realmente representa los valores, es sabio y quiere que sus ciudadanos estén bien. Honra a los dioses y su propia ciudad. Tenemos que especificar más: Jenofonte era un gran general, sin temor de nada y muy valiente, pero no era ningún genio. Sus trabajos no son interesantes, sino aburridos y banales. Jenofonte había estado en la guerra, junto a Sócrates, y dice que Sócrates era muy valiente y aguantaba todo (caminó descalzo sobre el hielo). A Jenofonte no le interesaba la filosofía y habló a Sócrates sólo de argumentos militares. Esto nos ayuda a entender que Sócrates adecuó su lenguaje según a quien iba dirigido. Habló de filosofía con un filósofo, de la guerra con un general. 3) Por mucho tiempo, el testimonio de Aristóteles fue considerado como el más fiable, porque presenta a un Sócrates sin significados simbólicos; Aristóteles da una opinión sin perjuicios de Sócrates. Pero el testimonio de Aristóteles tiene unos límites: es menos "artístico" y es el único testimonio de una persona no contemporánea a Sócrates. En el testimonio de Aristóteles , Sócrates parece ser un robot: su filosofía no habla en público, sino que razona por si misma. 4) Aristófanes es el más contemporáneo a Sócrates: habla de un Sócrates joven (de unos 40 años). Hay que tener presente que Aristófanes era un autor, así que el Sócrates del cual habla está lleno de aspectos sarcásticos. En "Las Nubes", escritas por Aristófanes, Sócrates es un sofista que quiere estudiar la naturaleza ( en verdad él era lo opuesto ) y que tiene su cabeza en las nubes. Aristófanes es el único que presenta a un Sócrates negativo (fue uno de sus acusadores). Realmente, Aristófanes no quiso despreciar a Sócrates o burlarse de él por puro resentimiento. Era un autor y hizo su trabajo: hacer reír a la gente. En verdad no quiso burlarse solamente de Sócrates, sino de todos los filósofos. Con todo, el testimonio de Platón es el mejor y utilizamos los demás sólo como soporte. Platón realmente conoció muy bien a Sócrates y él mismo era un gran filósofo. El límite del testimonio de Platón es el siguiente: Platón era un gran filósofo y no podía limitarse a simplemente repetir las sentencias de Sócrates. Platón hizo decir a Sócrates cosas que en verdad éste no había dicho. Platón , al envejecerse, tendía a hacer decir a Sócrates frases que en verdad no dijo. Afortunadamente, Platón escribió "Apología" cuando aún era joven, así hizo decir a Sócrates cosas que realmente dijo. En "Apología" describe el juicio en el que se pidió la pena de muerte para Sócrates. En esta obra realmente sale la diferencia entre Sócrates y los sofistas. Los sofistas hicieron discursos grandiosos, pero completamente carentes de verdad. Sólo les importó hablar bien y causar algún efecto a la gente que les escuchaba. Para Sócrates, la cosa más importante era la verdad : dice de no ser bueno en replicar a los sofistas y a sus discursos grandiosos ( y falsos). Sócrates, aunque no haga discursos grandiosos, dice la verdad. Platón seguirá criticando a los sofistas. Sócrates, para defenderse en el juicio, no hace ningún discurso (como los sofistas), pero inicia un diálogo basado en ataque y parada: justamente de los diálogos sale la verdad. El estilo retórico de Sócrates es pobre, árido y bastante familiar y él formula los diálogos de acuerdo con la gente con la que está hablando. El inicio del diálogo de Sócrates se llama "ironía socrática", que es autodisminución: "Yo no sé, pero tu sabes." "Apología" empieza así: Sócrates pregunta "¿Qué es x?" y el interlocutor se cae en la trampa y responde, sintiéndose mejor que Sócrates. Sócrates, como dijimos cuando hablábamos de Jenofonte, sólo discute temas que el interlocutor conoce. Por ejemplo, si habla a un general, preguntará: "¿Qué es coraje?" El interlocutor responderá: "Coraje significa no ceder." Pues Sócrates dirá que esto no es coraje, sino locura. Esta crítica incita al interlocutor a darle otra respuesta, una mejor organizada. Este juego puede continuar durante mucho más tiempo y, quizás, a veces nunca acaba. Este método se llama mayéutica. Sócrates dijo que hacía él el mismo trabajo que su madre, que fue comadrona: ella hizo parir a mujeres, él a almas. Igual que comadronas controlan si los niños están bien, Sócrates controla si las ideas, definiciones, estén buenas. Algunos interlocutores no eran muy inteligentes y no reconocieron sus propios errores, así, a veces, preferían evitar a Sócrates. Un interlocutor llamó a Sócrates "torpedo" , porque una cita con Sócrates puede disparatar: Sócrates es capaz de anular los conceptos del interlocutor convencido de saber, que al final da señales de no saber nada. Sócrates se compara con una mosca, que consigue provocar a un caballo. Estimula a los hombres a razonar. Sócrates (utilizando la "ironía socrática") dice que no sabe nada y que los sofistas lo saben todo; que quizás la educación que él da no sirva para nada y que la verdadera sea la educación sofista. Las acusaciones falsas contra Sócrates empezaron cuando él mismo se nombró "sabio", porque el Oráculo de Delfos le había dicho que él era el hombre más sabio del mundo. Primero no creyó en el Oráculo pensando que era imposible. Así empezó yendo por toda Atenas en busca de gente que se consideraba realmente sabia: políticos, poetas y artesanos. Sócrates entendió que todas las clases creían de saber, pero en verdad no sabían nada. Los políticos eran los peores, no porque eran políticos (Sócrates mismo fue una especie de político), sino porque no fueron capaces de enseñar sus conocimientos: una persona realmente sabia ha de explicar su conocimiento. Hasta los mejores políticos (como Pericles) no eran capaces de hacer esto (dice Sócrates). Lo mismo valía para los poetas, que a partir de Homero estaban muy bien considerados: todo el mundo pensaba que eran sabios y capaces de enseñarlo todo a la juventud. Sócrates los corrigió porque decían estupideces y porque no eran sabios: su conocimiento no era real, era un tipo de "locura inspirada". Dios hablaba a la gente a través de sus bocas. Los artesanos eran los mejores, porque, con todo, fueron capaces de hacer algo realmente útil para la comunidad. Su conocimiento era práctico, podían producir algo material. Eran competentes en su sector, pero pensaban que eran competentes en todo. Pecaban de presunción porque pensaban de tener un conocimiento universal e ilimitado. Además actuaban sin razonamiento y reflexión. Sócrates entendió que el Oráculo de Delfos había dicho la verdad: él era el hombre más sabio del mundo, aunque él sabía que no sabía nada. No paró de buscar la verdad: la misma conciencia de su conocimiento propulsó a Sócrates a buscar la verdad. Los acusadores decían que Sócrates corrompió a la juventud y que los empeoró. Sócrates decía que no tenia motivo para hacer esto. De hecho, si corrompiera a la juventud, viviría en un mundo lleno de gente estúpida. Hay que tener presente el tal llamado "intelectualísimo ético" de Sócrates: de acuerdo con Sócrates, nadie puede hacer el mal cuando realmente sabe de hacerlo; nadie puede hacer el mal voluntariamente. Un ladrón roba dinero pensando de hacer bien, es un error intelectual. Así, Sócrates evidentemente trabaja para el bien de su ciudad. Sócrates ha encontrado el concepto moderno de "alma". En un primer tiempo, "alma" significaba "soplo vital"; después significaba "imagen en los Hades", un tipo de menor existencia. De acuerdo con el orfismo, significaba "demonio". A partir de Sócrates, el "alma" se ha convertido en nuestra propia personalidad: nos identificamos con nuestra alma. Según Sócrates, podemos subdividir el bien y el mal en tres categorías: a) del alma, b) del cuerpo y c) del externo. El cuerpo es herramienta y cárcel para el alma. Dinero, por ejemplo, es un bien externo. A veces, Sócrates (y Platón ) parece rechazar el bien para el cuerpo, el bien material, prefiriendo el bien para el alma; pero, a veces, parece que acepte ambos. A Sócrates, por ejemplo, le gustaba el vino. Esta ambigüedad entre los bienes para el cuerpo y para el alma puede ser explicada diciendo que todo tipo de bienes es bueno hasta que éstos no se contrasten: la búsqueda del placer físico se convierte en mal cuando lo situamos antes del placer intelectual. Esto vale también para las relaciones entre el cuerpo y el alma. Sócrates y Platón no odian al cuerpo: lo aprecian, porque trabaja para el alma. Es muy interesante la opinión de Sócrates sobre la injusticia: según él, ésta no daña a quien la sufre, sino a quien la hace. De hecho, la justicia da una sensación de placer y quien es injusto, pierde este placer; quien sufre injusticia sigue notando esta sensación de placer. Lo mismo dice Platón . Sócrates dice que no sabe qué es lo que haya después de la muerte ( Platón dirá que él es capaz de probar la existencia de una vida después de la muerte). Sócrates no cree que, si tú llevaras una vida virtuosa, te darían un premio: ya has recibido un premio llevando una vida virtuosa: la felicidad que sientes porque eres justo ya es un tipo de premio. Sócrates dice que podría existir una vida después de la muerte, pero no es capaz de demostrarlo. Entre las acusaciones contra Sócrates hubo las siguientes: ateismo e impiedad. De hecho, Sócrates creía en demonios y los denominó "hijos de Dioses". Demostró que la acusación era falsa: de hecho, si fuesen hijos de Dioses, sería natural que Sócrates hubiera creído en Dioses: si existe un hijo (demonio), también tiene que haber un padre y una madre (Dioses). ¿Pero qué era el demonio ? Existen dos evidencias diferentes: Platón dice que es una especie de ángel guardián, una conciencia personal, que se presenta cada vez que Sócrates iba a cometer un error: sería como un tipo de "ayuda privilegiada". Sólo gente honesta la tiene. Es un regalo divino. Es como Dios tomara parte en la vida humana. Por otra parte, Jenofonte dice que el demonio era una entidad que incitó a Sócrates para actuar en determinadas formas. Para Sócrates, lo importante no era vivir, sino que vivir bien : cuando nuestra alma es justa, sana, pues nos sentimos bien. Mucha gente se dio cuenta de que en verdad los acusadores de Sócrates no quisieron que le condenaran a muerte, sino que sólo querían asustarlo. Pero Sócrates no aceptó ser asustado: era su destino ir por Atenas y hacer razonar a la gente. Para Sócrates, vivir bien significaba hacer esto; y no negar de ser culpable significaba una cosa: no hacer perder valor a su vida. De todas formas, era viejo y sólo le quedaban pocos años para vivir. Para él era mejor ser matado que dejar sus ideales. Mientras la búsqueda de Platón será proyectada en una otra dimensión, la de Sócrates está atada al mundo terrestre. Su misión en la vida era hacer que toda la gente entendiese qué estaba haciendo y por qué. Sócrates rechazó la política (igual que Platón ): de hecho, tuvo problemas con ella. En un primer tiempo, los oligarquiotas estuvieron contra él, después los demócratas. Sus acusadores, que le condenaron a muerte, eran demócratas: la acusación, en parte, fue una acusación política. De hecho, Sócrates era aristócrata y los demócratas quisieron castigarle. Aunque tuvo muchos problemas con la política, no quiso abolirla. Antes de ser matado, Sócrates fue ayudado para evadirse de la cárcel, pero se negó hacerlo: de hecho, él realmente observaba las leyes, a las que nunca se debería desobedecer. Una ley puede ser criticada, pero no violada: cuando una ley es injusta (según Sócrates), no debes desobedecerle, sino que tienes que emprender algo para que se cambie. Sócrates dijo que fue su deber hacer cambiar esta ley, y era correcto morir porque no había sido capaz de cambiarla. La gente de Atenas pensó que se había deshecho de Sócrates matándole, pero en verdad, para realmente deshacerse de él, tendrían que haberle matado de forma "filosófica", vencerle con palabras. Quisieron asustar a Sócrates, pero consiguieron lo contrario: de hecho, Platón , determinado para convertirse en político, fue molestado por lo que le había pasado a Sócrates, y se dedicó a la filosofía. El final de "Apología" es muy famoso: Sócrates habla a sus discípulos antes de ser matado: "Ha llegado la hora de marchar. Yo iré hacia la muerte, y vosotros vais hacia la vida. Quién de nosotros ande a una destinación superior es oscuro para todos: no para mi Dios." En "Simposio", escrito por Platón , Alcibíades dice que Sócrates no se parece a ningún hombre del pasado ni del presente: es un personaje nuevo. No está interesado en política, pero no la odia; no rechaza a los partidos, pero no se identifica con ellos (en "Simposio", todos los invitados se duermen, excepto Sócrates). Consideremos ahora la técnica discursiva de Sócrates: la refutación es la técnica para demostrar cuanto inconsistente sea el saber de los interlocutores. Pero para llegar a este punto, hay que empezar por el método del ataque - parada, o sea, el método de pregunta y respuesta. “Qué es la justicia?” puede ser el punto de partida. Preguntando esto o algo parecido significa preguntar por la definición de la justicia (en este caso) y hay que sea válida para todos los casos particulares a la vez. En este sentido, la búsqueda de Sócrates fue interpretada por Aristóteles como la búsqueda por lo universal dentro del ámbito de los problemas y conceptos morales. Parece que los interlocutores de Sócrates no eran capaces de dar la respuesta exacta, o porque concedían poco valor al mismo Sócrates (quien les decía de ser inferior a ellos) o porque respondían por casos particulares en vez de dar la definición universal. Ya hemos puesto el ejemplo de la pregunta: “Qué es el coraje?” La respuesta “Es el no retirarse nunca” es errónea, igual que la de “Es el atacar a l’enemigo”: de hecho, podemos ser valientes también con afrontar una enfermedad o un examen. Una definición exacta tiene que cubrir todos los casos posibles . En su función negativa, el método del ataque - parada es una especie de refutación, eso es, la demostración de la falsedad o contradicción de las respuestas dadas por el interlocutor. Los efectos de este método son comparables con los de un torpedo acuático que deja petrificado a quien toca. Podemos reaccionar contra la refutación rechazándola, como hicieron algunos interlocutores de Sócrates. Pero si la aceptamos, ella nos puede liberar de opiniones erróneas que tenemos sobre diferentes argumentos; es una especie de purificación. La situación resultante de la refutación se llama “aporía”, una situación sin vía de escape. Consiste en entender que todos los tentativos de responder a una cierta pregunta nos han llevado a un callejón sin salida. Pero en esta nueva situación, liberados de todo saber falso y especialmente liberados de todo tipo de presunción, podemos dedicarnos a buscar el saber verdadero, intentando nuevas vías que podrían llevarnos hacia este saber. Así, el método de la pregunta - respuesta tiene una función positiva, que se compara con la función de la “Mayéutica”, capaz de hacer parir la verdad a toda persona mediante preguntas construidas debidamente: de hecho, cada persona lleva en sí misma la verdad. Sócrates procura continuar hasta que sus interlocutores admitan un punto fundamental: para hacer el bien, es decir, para actuar virtudosamente dentro de un ámbito determinado, es necesario que uno tenga el saber que le llevará a este bien. Sócrates llega a esta conclusión por la analogía con las técnicas: un buen artesano, capaz de hacer su trabajo, tiene el saber que le lleva a este resultado. Lo mismo vale en el ámbito ético-político: es el punto esencial de la tesis famosa de que virtud es ciencia. Primeramente, alguno que sabe qué es el bien y cuál es el bien para él mismo, no puede evitar de hacer el bien. El bien tiene una fuerza de atracción muy grande. Esto no significa que Sócrates no reconociera la importancia de las pasiones y de las emociones, sino que en cualquier ámbito de la vida humana el único instrumento para llevar a un comportamiento bueno es el saber. No hay que confundir la posición de Sócrates con formas del rigorismo ascético. Al contrario, es una forma de hedonismo, porque su objetivo fundamental es la búsqueda de la felicidad ( en griego, “eudaimonia”). Este saber es capaz de valorar los placeres, considerando las consecuencias buenas o malas que puedan resultar de ellos. Éste es el saber del cual Sócrates dice de no tenerlo, y por este motivo sigue buscándolo. Así, non tiene sentido distinguir las diferentes virtudes una de las otras: la virtud es una sola, igual que el saber donde se condensan: saber qué es el bien y qué es el mal.

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